El objetivo de este texto es dar una pequeña guía para poder amar bien[1]. Mucho se ha escrito sobre las relaciones tóxicas y no en igual medida sobre las que son buenas y saludables, este breve artículo habla de ellas.
El amor implica reconocer al otro como legítimo[2] y valorarlo. Es un juego relacional psicológicamente nutricio[3] y por eso es fuente de salud mental. Esto significa que las manifestaciones del amor implican mutualidad. Los seres que se aman deben de comunicar y recibir el mensaje amoroso y estar de acuerdo con ello.
Para amar bien es necesario que existan componentes cognitivos, emocionales y pragmáticos. Hay que pensar, sentir y hacer los fenómenos amorosos que se describen a continuación:
Reconocimiento: Esto es afirmar la existencia del otro como persona y no como un instrumento manejado a la propia conveniencia. Implica mirar a la pareja como persona única con sus peculiaridades, nunca utilizarle.
Valoración: Apreciar las cualidades del otro, pensarle positivamente con su variedad y riqueza. Esto es reconocer que tiene virtudes, lados fuertes y características dignas de ser admiradas.
Cariño-ternura: Es cuidar al otro, entregarse con afecto e implicación emocional. Requiere atender las necesidades de la pareja.
Deseo-sexo: Significa compartir placer corporal recíproco de forma voluntaria. Es importante acoplarse al otro y pertenecerse mutuamente.
Ya que se conoce lo anterior se puede afirmar que para amar de esta forma compleja hay que:
- Ver a la pareja como una persona, nunca como un objeto. Implica preguntarse qué siente, qué piensa, cómo está y qué necesita.
- Hacerle saber a la persona amada que vemos sus características y que las apreciamos. Decirle lo que nos gusta, lo que vemos bueno en él o ella es parte de esto. Nombrar sus cualidades y valorar lo que piensa, hace y dice es amor.
- Querer cuidar al ser amado. Esto es muy importante. Atender sus necesidades desde su propio punto de vista. Es fundamental averiguar qué es lo que considera útil de nosotros y colaborar en la medida de lo posible. Estar para apoyar siempre que necesite.
- Dar apoyo emocional en forma de escucha atenta, palabras, caricias y ayuda.
- Dar cariño. Establecer un vínculo emocional, hacer cosas por el otro con afecto.
- Tomar en cuenta las necesidades y preferencias sexuales de la pareja. Esto es necesario para construir relaciones sexuales y encuentros eróticos donde ambos disfruten. Que el sexo sea cuándo y cómo ambos quieran es parte del amor.
Como ya se
mencionó, esta es solo una pequeña guía basada en estudios psicológicos de dos
autores que han estudiado el tema, aún falta mucho por decir, pues el amor
suele ser un fenómeno altamente complejo y ejercerlo un camino intrincado.
[1] Como comentario quiero decir que esta guía no pretende ser un trabajo exhaustivo sobre el amor, dicha tarea es muy ambiciosa para un breve artículo de revista. Simplemente se trata de dar algunas directrices que puedan dar luz para aquél que quiera empezar a recorrer el camino del amor complejo y saludable.
[2] Para conocer más sobre esto se puede consultar a Humberto Maturana quien ha escrito sobre ello.
[3] Esta es una idea desarrollada por Juan Luis Linares quien también describe los componentes del amor y los fenómenos amorosos que se mencionan en este texto.