En conmemoración del día del Padre que se celebra en México cada tercer domingo del mes de Junio, queremos aportar información para las familias que resulte lúdica y útil para promover formas cercanas y conscientes de ejercer nuevas paternidades.
Tradicionalmente el rol del padre en la familia mexicana ha sido evaluado por su capacidad de proveer estabilidad económica en el hogar, quedando las necesidades emocionales y afectivas de los niños y niñas en la función de las madres. Esta idea más que definir un equilibrio en la dinámica familiar, habla de una falta de responsabilidad compartida y un déficit en el cuidado de parte de los padres en las necesidades afectivas de sus hijos(as).
Es común que algunos padres refieran que sus hijos(as) no les cuenten ciertas cosas personales, pero la pregunta obligada es ¿Por qué? ¿Qué se está comunicando de forma directa o indirecta hacia los hijos(as) que explique esto?
La paternidad tradicional define el estereotipo de un varón que provee económicamente a la familia, promueve la figura de un padre fuerte, inclusive duro, como una manera de pulir y forjar el “carácter” en los infantes. Esa imagen de dureza con el tiempo genera distancia, dando como resultado un padre emocionalmente ausente.
Es así que queremos aportar a continuación algunas guías para ejercer una paternidad activa, cercana y consciente:
- Acompañarles de cerca durante su crecimiento: estar involucrado en el cuidado diario de la crianza así como dedicar tiempo de calidad en las cosas que son importantes para tus hijos(as). Es importante no descalificar de inmediato cuando actúan, hablan o piensan de una forma que no esperas. El interés que demuestres por las actividades y experiencias de tus hijos(as) fomentará cohesión en la relación parental así como seguridad personal en ellos(as). El aprendizaje es más efectivo cuando los infantes encuentran sus propias respuestas a través de la guía y acompañamientoen quien confían plenamente.
- Modelar una figura paterna accesible y abierta más que una figura dura y fuerte: la idea tradicional donde el padre comúnmente reacciona en el enojo habla más de falta de paciencia y autocontrol que de una condición natural en los hombres. Es necesario que exista la confianza suficiente en los hijos(as) para la comunicación de sus necesidades afectivas, todo ello posible cuando se presentan actitudes en los padres de ser abiertos y flexibles.
- Fomentar conductas sanas y positivas: algunos padres acuden a consulta psicológica en la desesperación de no lograr que sus hijos adquieran hábitos de vida más saludables y por problemas como la enajenación por la televisión, videojuegos y redes sociales o conductas de riesgo en la adolescencia como el abuso de sustancias. El mejor ejemplo se obtiene en casa, así que lo que observen los hijos(as) del comportamiento del padre tendrá mayor probabilidad de ser replicado. Actividades recreativas, deportivas y culturales pueden ser un buen hábito que fortalezcan la relación parental.
- Cultivar la motivación, la seguridad y la paciencia: los padres presentes y activos fomentan una mayor autoestima en sus hijos(as), motivándolos al celebrar sus actividades, logros y aprendizajes Es necesario hacerles creer en ellos(as), asegurándoles apoyo incondicional sin exigir y presionar. Para esto es importante que los padres cultiven también su propia paciencia.
Entendemos entonces que la paternidad activa, cercana y conscientesignifica estar atento de aquellas necesidades afectivas y psicológicas de los hijos(as), comprendiendo que es responsabilidad compartida entre padres y madres la cercanía emocional a los infantes. Proveer económicamente es loable e importante pero hay que cuidar que el rol de proveedor no sea la única forma de relacionarse con los hijos(as), porque al final los recuerdos más valiosos que tienen las personas de su infancia no son qué cosas tuvieron, sino quién estuvo ahí para ellos(as).