Si usted es psicoterapeuta y desea experimentar fatiga por compasión, siga los siguientes pasos:
– Asuma que en sus manos recae el rumbo de la psicoterapia.
– Crea que suya es la responsabilidad por todo lo que llegue a ocurrir en la vida de los consultantes.
– Si llega a sentir alguna afectación por lo que escucha, siga y de preferencia vívalo solo. Va por buen camino.
– Piense que todos son indefensos, menos usted.
– Acompañe abandonándose.
– Convenza a las personas que afirman no necesitar de la psicoterapia; sáquelas de su error.
– Jamás pida ayuda.
– Dé indicaciones precisas y enfatice que está prohibido hacer algo distinto a lo señalado.
– Trabaje, trabaje, trabaje. Postergue el descanso, esta sociedad requiere de su óptimo rendimiento.
– Jamás crea que es una posibilidad llevar a cabo alguna canalización. Estudie más si es necesario.
– Repítase que es posible el cambio social, siempre y cuando usted se dedique de tiempo completo a la psicoterapia. Las personas que realmente lo estiman, sabrán esperarlo.
– Sepa que una ayuda eficaz se logra cuando se brinda la vida entera en nombre del bienestar de los consultantes.
– Recuerde que, si no tiene una vida propia, tampoco tendrá problemas personales que atender.
Y, por último, jamás pierda de vista la meta, sólo así terminará alcanzándola.