El peligro de las pseudoterapias psicológicas: Coaching y Constelaciones familiares.

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La Salud Mental en México sigue siendo el gran ausente en la mayoría de las políticas públicas en el país. De acuerdo al estudio “Panorama epidemiológico de los trastornos mentales 2018” a cargo del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INP), actualmente el presupuesto federal para atender a personas con algún trastorno psiquiátrico/psicológico es de apenas 2% de lo que se destina en salud. El 85% de las personas con alguna afección psicológica no recibe atención y quienes la reciben tardan de 7 a 30 años en obtener un tratamiento.

Existe una enorme necesidad de atención psicológica en la población en México. De acuerdo con el mismo estudio, se estima que el 36% de la población padecerá un desorden psiquiátrico/psicológico antes de los 65 años. Aunado a la falta de regulación sobre el quehacer profesional en la salud mental, ha proliferado la oferta de distintas pseudoterapias que se ostentan como ayuda profesional o psicológica, pero que carecen de reconocimiento de órganos oficiales, académicos o de cualquier evidencia empírica que sustente su efectividad clínica. Se estima que existen más de 70 de estas pseudoterapias que aprovechan esos vacíos legales y las condiciones de necesidad y desinformación de las personas.

Una de las pseudoterapias que más se oferta en nuestro país es el Coaching de vida; desde la penuria y desesperación psicológica de los y las participantes, les enganchan prometiendo soluciones inmediatas e ilusorias a partir de prácticas que pueden resultar nocivas para la salud mental. Un ejemplo de ello es la catarsis, una especie de purificación emocional y mental que data de hace más de 2300 años descrita por Aristóteles, que es así de antigua, pero al mismo tiempo de ineficaz y peligrosa como único tratamiento de padecimientos clínicos actuales. A partir de esto se construyó erróneamente el mito de que asistir a psicoterapia puede ser doloroso, porque “para sanar hay que sacar”, sin embargo hoy en día existen múltiples formas de intervención éticas y profesionales que ya no deben lesionar más la integridad de las personas.

El Coaching  además puede incluir insultos y gritos como estrategias utilizadas que lejos de ayudar, resultan iatrogénicas (donde el profesional de la salud lesiona aún más la integridad de las personas por una pobre e inadecuada capacitación). Además, una de las principales características es lucrar económicamente, el inicio de los primeros cursos puede ofertarse en promedio en $6000 y así gradualmente aumentar. Utilizan un esquema piramidal donde tienen que reclutar a más participantes, así como incluso vender boletos para rifas y eventos.

Otro ejemplo de las pseudoterapias son las llamadas Constelaciones familiares, donde la explicación radica en que algunos acontecimientos o eventos traumáticos del pasado familiar pueden ser transmitidos generación tras generación. Utilizando personas, figuras o incluso en algunos casos muñecos, se representan miembros de la familia del participante en escenas de conflictos no resueltos. Una vez más la lógica implícita de éstas intervenciones es la catarsis y el uso del pensamiento mágico.

Un ejercicio profesional y ético de la Psicología, reconoce que la comprensión que las personas tienen de su pasado es didáctico e instructivo, pero ese simple conocimiento del pasado per se no resuelve los síntomas o las conductas del presente. Actualmente No existe ningún tipo de estudio medianamente riguroso que avale la eficacia de estas intervenciones. Los resultados positivos que las personas reportan están más asociados a procesos de sugestión y a la empatía generada por el grupo de apoyo, no a la eficacia de la técnica.

Algunas otras de las consideradas pseudoterapias y que no son psicología, son la Terapia floral de Bach, Aromaterapia, Grafoterapia, Terapia Reiki, Numerología, Terapia de ángeles, Radiestesia, Gemoterapia, entre muchas otras.

Invitamos a tener particular cuidado con estas pseudoterapias, ya que no sólo se trata de la ineficacia del tratamiento y con ello el fraude en sus servicios, sino del posible efecto iatrogénico de éstas, porque en la necesidad y la desesperación de las personas pueden terminar lesionando más su integridad física y psicológica. Mucha atención, éstas prácticas pretenden regresar al oscurantismo a la salud mental en nuestro país.

Referencias:

1 Comentario

  1. Estamos realmente perdidos como sociedad, porque si debemos recurrir a psicoterapeutas que estan más dañados que uno, con poca ética profesional que se relacionan con sus pacientes en lugar de ayudarlos a sanar sus comportamientos autodestructivos los pacientes terminan aún más lesionados, pues ya no tenemos a quien recurrir.

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