Durante el transcurso de la vida en contextos escolares, laborales, profesionales y familiares suelen presentarse dificultades importantes y con ello periodos de inestabilidad e incertidumbre que en algunas ocasiones exigen realizar cambios hacia nuevas direcciones, excluir algunas. Esto es rediseñar una parte de la existencia y como consecuencia, crear un proyecto de vida.

¿A qué se refiere el proyecto de vida y de qué manera se puede diseñar? Pues bien, Mielke (2016) lo define como la dirección que una persona marca para su propia existencia, en la cual se involucran valores, se planean acciones con el objetivo de cumplir metas y deseos en donde se elaboran programas a seguir para cumplir anhelos. El mismo autor menciona que las elecciones para el cumplimiento de proyectos de vida tienen como consecuencia la generación de conflictos y la indecisión.

En la actualidad, se da poca importancia a la enseñanza sobre la creación de un proyecto de vida personal; por lo que diseñar tiene que ver con estructurar, pensar y trazar planes detallados para organizarnos y generar acciones que nos permitan ir descubriendo cómo se pueden lograr. En este sentido estas son algunas recomendaciones para diseñar un proyecto de vida:

  • Primeramente, el autoconocimiento es uno de los pasos más importantes para definir un proyecto de vida, pues definir gustos, prioridades y habilidades hará direccionar el rumbo hacia las necesidades de cada uno. Esto generará confianza y conocimiento personal, ayudará a entender quiénes y cómo somos, servirá como herramienta poderosa para el logro de metas a corto, mediano y largo plazo en las distintas áreas de la vida. Un proyecto de vida no siempre es lineal y no siempre va en la misma dirección, el proyecto de vida tiene que ver más con las necesidades personales que con las de los demás.
  • El siguiente paso es definir, es decir, pensar de manera individual qué es lo que se quiere llegar a ser y como consecuencia cuáles son las acciones que se requieren para llegar a un objetivo. La recomendación es elaborar una lista de todas esas metas que se quieren lograr en la vida y pensar sobre las formas que ayudarán a cumplir un proyecto de vida.
  • También es recomendable pensar en el tiempo de cumplimiento de estos proyectos, así como reflexionar acerca de los recursos que se necesitarán para llevarlos a cabo. Es necesario auto cuestionarse sobre los requerimientos y quién o quiénes apoyarán a cumplir los mismos.
  • Finalmente, es importante dentro de esta planeación desarrollar tolerancia a la frustración, pues en ocasiones sucede que los planes no salen como uno espera, pero eso no es inconveniente para ir variando nuestras metas y objetivos; de hecho, pensar en los obstáculos nos puede ofrecer alternativas y capacidades de reacción frente a los posibles conflictos. Meditar sobre los resultados esperados hará definir parte de todas las tareas que conforman un proyecto de vida.

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